Llega el cambio de estación y comienzan los estornudos. A menudo recibimos pacientes que llevan semanas "resfriados", cuando en realidad están atravesando una crisis alérgica no diagnosticada. Diferenciar ambos cuadros es clave para elegir el tratamiento correcto.
1. La Duración
Esta es la diferencia más notable. Un resfrío común es causado por un virus y tiene un ciclo autolimitado: suele durar entre 3 a 10 días. La alergia (rinitis alérgica), en cambio, persiste mientras estés expuesto al alérgeno (polen, ácaros, pelo de mascota). Puede durar semanas o meses.
2. El tipo de mucosidad
En las alergias, la secreción nasal suele ser líquida y transparente, como "agua". En los resfríos, el moco puede comenzar transparente pero suele volverse más espeso y de color amarillento o verdoso con el paso de los días.
3. La Picazón (Prurito)
Si sentís mucha picazón en la nariz, los ojos, la garganta o el paladar, es muy probable que sea alergia. Los resfríos pueden cursar con dolor de garganta leve, pero rara vez provocan picazón intensa ocular.
4. La Fiebre
La alergia nunca da fiebre. Si tenés temperatura corporal elevada y dolor muscular, casi con seguridad se trata de un cuadro viral (resfrío o gripe).
¿Qué hacer?
Si notás que tus síntomas se repiten en ciertas épocas del año o duran más de dos semanas, te recomendamos realizar una consulta para testificar a qué sos alérgico. Un simple test cutáneo (Prick Test) puede darnos la respuesta y permitirnos iniciar un tratamiento específico que mejore tu calidad de vida.